DIA 0. Salida desde Madrid


La verdad es que me había imaginado un día diferente, y una semana diferente, pero creo que al final ha sido mejor así. Tuve que levantarme pronto para poder dejar todo el trabajo de la oficina cerrado, ya que 13 meses de completa desconexión podría dejar sus secuelas, así que con este pensamiento y muy pocas ganas me levanté con la ilusión de que sería mi último día de trabajo en España.

Y no me equivoqué porque así fue toda la mañana, corre al INEM, Luego al trabajo, reuniones de última hora, trimestrales de hacienda, cortarse el pelo y a casa, que llegue a las 2, justo antes de recoger algunas compras de ultima hora y por fin poderme sentar un momento para digerir que me iba, no por mi sino porque les había prometido a mis padres que iba a tener un semana tranquila, siendo ya jueves, no lo había podido cumplir ningún día.

Es llamativo ver la cantidad de facilidades que me han dado todos los clientes del despacho, y eso que uno es abogado por su cuenta, claro que cuento con la ayuda indispensable de mi hermano y demás compañeros para poder desconectar debidamente de aquí. Y no sólo eso sino que hasta la universidad me ha dicho que me esperan hasta el año que viene!! Que suerte!!

Pero bueno, hoy tocó una noche sin dormir, a las 4 en el aeropuerto, para coger el vuelo de las 6,15 para Frankfurt, el billete barato ha salido por lufthansa, aunque la comida sinceramente no se han esmerado. En Frankfurt, una niebla nos ha tenido dando vueltas por el aeropuerto durante 30 minutos, pero hemos llegado bien, y como no sin respiro hasta el enlace para addis.

La llegada ha sido la de siempre, lo primero que recuerdas es el olor de etiopia, es imposible de describir, pero lo sientes, está en el aire, ves como aquí has llegado y va a ser diferente, aunque la verdad para mi es como mi segunda casa.

La visa la he dejado en el aeropuerto, por una parte más cómodo, sino tendría que mandar el pasaporte a parís, con el riesgo y los gastos, y como quien no quiere la cosa, después del carnet profesional que me ha hecho mi hermano pablo, colgado del cuello, una carta en un inglés primitivo, corregida por lucía, y la fotocopia de la legalización de la ONG me he lanzado pidiendo la business visa necesaria para poder trabajar legalmente en etiopía, por el momento hasta conseguir la residencia para todo el año, así que no me ha quedado más remedio que poner cara serio, menos mal que me deje barba, y entregar los papeles de colores con sellos para conseguirla, y al cabo de unos minutos con una sonrisa y 15 días de visa, recogí la maleta y llegue al hotel.

La habitación, casi la de siempre, la de al lado con el mismo sistema aunque un poco diferente, cuando tiras de la cadena el agua cae dentro y por los lados, así que hay que tener cuidado en no mojares y el grifo, pues sin agua, para eso está la ducha. El pijama y a la cama que mañana será otro día.

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