Nuevo milenio...

La verdad es que llevaba unos cuantos días sin escribir. Claro que se han juntando unos días de visitas personales por lo que nos hemos tomado unos días libres que ya iba siendo hora. Así que aprovechamos y estuvimos en el fin de milenio, el 11 de septiembre según el calendario etíope, en el lago Langano, uno de los dos lagos en los que te puedes bañar en toda Africa sin tener luego problemas de salud. Esta era la segunda vez que íbamos y la verdad es que en ésta, por fin, sí que nos pudimos bañar. Uno no valora las concentraciones tan grandes de agua, ni los pantanos ni la playa en una situación normal. Están ahí y te acercas o no, pero aquí, acostumbrados a vivir en el desierto con los 45 grados de temperatura, el rodearte de agua fresca todo el cuerpo es una sensación muy gratificante.


Volviendo al fin de año, lo etíopes se rigen por un calendario juliano, de ahí que, para ellos nos encontramos en el año 2000, por lo que hemos rejuvenecido todos 7 años de golpe, quien nos lo iba a decir! Aunque claro, a la vuelta recuperaremos esos 7 años de golpe. Siempre nos quedará decir que hemos pasado dos milenios y seremos por lo tanto privilegiados ya que no creo que en Europa viva mucha gente con más de dos milenios encima.

Las fiestas aquí no han sido para tanto, sí que ha habido luces, fuegos artificiales y fiestas estilo noche vieja en España, pero parecía que en el milenio iba a cambiar Etiopía y la verdad es que mucho, mucho milenio y como no, es Etiopía, se han dejado muchos edificios pendientes de terminar que se comprometieron para el milenio. Y ahora que ha pasado el milenio, ¿Los acabarán?? Puff, eso habrá que verlo.

Quitando esta semana de asueto, hemos vuelto rápidamente a la realidad, esta claro que el efecto post puente -aquí han tenido 5 días de vacaciones- les ha sentado mal, porque el mismo lunes después del milenio, nos fue imposible hacer ninguna gestión que teníamos prevista: que si no teníamos papeles, que si había mucha gente, que si hay lista de espera, vamos que realmente parecía que había algunos que no les ha hecho especialmente gracia que no se acabara el mundo en el milenio etiope.

Y tanto fue, que no pudimos hacer nada de lo que queríamos, menos mal que lo negativo del lunes, se transformo en positivo el martes, ya que prácticamente terminamos lo que dejamos pendiente el día anterior. Y así con papeles, y gestiones fuimos a Moenco, la Toyota de aquí, para hacerle la revisión al coche. Vamos que aquí como en España, dejas el coche, llamas a los 3 días no han hecho nada, y sólo cuando te plantas allí te hacen la revisión en media hora, a precio europeo encima.

Estamos ahora pendientes de UNICEF con los que estamos negociando un programa de nutrición para la zona en la que estamos trabajando. Esperemos que en breve podamos dejarlo firmado y así ampliar el programa de nutrición que teníamos.

Y ayer después de ir corriendo de un sitio a otro: que si a por el coche, Internet, comprar cosas para la casa, el hospital, etc., etc., tuvimos una reunión en la Embajada española con cocktail incluido por ser la celebración del día del cooperante, así que recordamos el sabor de la tortilla española, el de la empanada, de las croquetas, que parecía prácticamente olvidado -aunque eso sí, para croquetas las de mi madre-, un postre y luego a la cama que mañana será otro día.

No hay comentarios: