Cambio de guardia...

Volvimos ayer de Afar y la verdad es que a uno aunque es largo el viaje, poco a poco se te va haciendo familiar. Que si paramos a desayunar en un sitio, que en otro para comer, que si compramos naranjas, que si no un yogurt, la verdad es que poco a poco nos va siendo familiar.

Hasta las caras de la gente que es lo más complicado que se te puede quedar en Etiopía, las vas recordando. Me imagino que lo siguiente serán los nombres, aunque la verdad es que ni en el colegio se me dieron bien, ahora que soy un poco más mayorcito dudo que haya cambiado.


Nos tocan otra vez las despedidas, pero las bienvenidas. Ayer despedimos a Lourdes y a Rocío, que volvían a España. Ellas han estado un mes y volvían ahora, y esta noche ha tocado a Koss y Guillermina, su novia. La verdad es que ha habido emoción general y eso que en teoría nos tendríamos que haber ido acostumbrando, porque como ya pasó hace ya unos días, que ni siquiera recuerdo, las despedidas comienzan a ser habituales.

Pero por el lado bueno, hoy he visto a Ryan, un libanés que conocí hace cinco años y que todos los años nos hemos acabado viendo en Etiopía en verano. Así que el día del todo no ha sido malo. Me queda otro viaje al aeropuerto a las 2 de la mañana para despedir a María y a Elena, y así me quedaré con Boro que sigue en Addis por sólo unos días, hasta el 31 que aparece Jordi con 10 voluntarios más, que no se donde los acabaré metiendo.

Pero bueno, empezará el jaleo y en unos días nos volveremos otra vez a Afar, esta vez sin Dominique, que ha decidido irse, no se si volverá, ya veremos. Y pendiente de los informes oportunos de Zway que tendré que ver cuando me escapo para allá. Supongo que el 1 por la noche o el 3 a lo mejor, creo que será buena fecha para preparar todo.

Fuera de lo anterior, no hay más novedades, sólo que los días siguen siendo tan largos como siempre, desde conocer a alguien, limpiar el coche….ah! hoy hemos comido unos helados a media tarde espectaculares, la verdad es que jamás imaginé que en Etiopía pudiera comer helado y mucho menos el yogurt del otro día, en realidad cada año me sorprende más, eso si las comidas variadas se dejan para la capital, porque en Afar, triunfa la dieta de patata y tomate, con suerte huevo. Está bueno todo aunque al final a uno la verdad es que le deja un poco sosete.

No se como cargaremos el día 5 el coche, porque ya me han avisado de un exceso de equipaje de marga, Nuria, javi y raul, y hay que comprar además un congelador, y encima todos juntitos para Dupti, mi madre, pareceremos los moros al cruzar España para ir a Marruecos!

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