Hoy ha pasado algo muy violento. La verdad es que en estos casos uno se da cuenta de que las cosas se pueden ir de las manos en cualquier momento y me explico.
Esta mañana hemos ido al Hospital de Dupti donde estamos realizando el trabajo y es nuestra sede de operaciones al que hemos llevado los 40.000 euros de medicinas que hemos comprado.
La situación ha sido muy desagradable, cuando hemos terminado de llenar el coche con la comida del programa de nutrición que estamos llevando a cabo en Asaita, la antigua capital, el guarda se ha puesto violento y no nos dejaba sacar el coche del hospital para ir a repartir la comida. Además se ha atrevido a empujar a Maria, así que nada como se ha puesto a gritar y a amenazar no me ha quedado otra que ponerle a gritar al principio de coña, porque no era intención nada más pero luego se ha ido acalorando la cosa, y subiendo temperatura, que si se ponía en medio del coche, que si no dejaba a nuestro driver sacarlo, una situación muy tensa.
Y así hemos estado un tiempo muy tensos en los que además de ser muy inferiores en número lo único que nos ha salvado es que éramos blancos, y eso aquí es un grado todavía, así que había que acalorarse hasta que se me ha escapado “que te mato” y ahí me dado cuenta que el que empezó de coña ya estaba quemado y podríamos tener consecuencias, así que me he callado, le he dicho al driver que se bajara y he sacado el coche por la puerta.
La verdad es que no cuento esto con nada de orgullo, al contrario ha sido bochornoso, no sólo por esto, sino porque lo peor es que aquí llega un momento que tienes que montar el numerito para te hagan más caso y no te pongan problemas, porque cada día es un nuevo problema hasta que te plantas, se revoluciona la situación y todo vuelve otra vez a su cauce hasta que se olvida y hay que montar otra vez el numerito.
Lo peor es que la gente ve que realmente te tienes que cabrear para que te traten adecuadamente, puff, menos mal que no estaba Maria sola.
Tengo que contar que a nuestro favor, ayer pasó algo parecido con el traslado de 3 camas y decidimos dejarlas nuevamente en el hospital, pero lo de hoy no ha tenido nombre.
María ha ido al DPPA, el superministerio en Semera, que es el máximo organismo en Afar que es con el que tenemos muy, muy buena relación ha explicar esta situación, porque aquí a cada uno se le ocurre una cosa distinta y cada día inventan un nuevo trámite con lo que complica trabajar aquí. Pero bueno, mañana tenemos reunión con los máximos responsables y solucionaremos todo, por lo menos eso creo, que seguro que será que sí.
Tengo muchas ganas de cerrar el presupuesto del año que viene para empezar la construcción de Asaita, en Dupti mantendremos el programa de nutrición, pero veo que como cambien las cosas, tendremos que hacer lo mínimo aquí, que además tienen medios y nos centraremos en Asaita, que es muy diferente a lo que nos encontramos aquí. Bueno, ahora lo digo porque sigo enfadado por la situación, me imagino que cuando se solucione esto cambiaremos, pero creo que a partir de hoy van a cambiar mucho las cosas.
Después de lo lejano que tengo la mañana que a veces dudo si fue ayer y no hoy, el tiempo en Etiopía corre diferente al de España, esta tarde ha estado graciosa sobre todo cuando estábamos oyendo una música de fondo peculiar, recordaba aquellas comuniones de mayo en las que se les regalaba el órgano que “tocaba solo” una melodía de fondo y ala! Aprieta un par de teclas y ya has quedado de maravilla delante de todos. Pues ahora al que le toca es a Ababa, con sus 61 años ha optado por empezar con Mohamed a tocar el órgano, bueno lo de tocar, tocar, melodía y algunas teclas, y ahí le hemos tenido toda la tarde tecla que tecla que nos hemos aprendido hasta las melodías, qué suerte! Entiendo a mi padre cuando acababa saturado de tanta práctica de flauta de mis hermanas, esto debe ser lo mismo.
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