LOS LUNES … AL SOL

Addis Abeba se encuentra situada a 2.600 metros de altitud con respecto el nivel del mar lo que le confiere un clima típico montañoso. Ahora en los meses de octubre-noviembre la temperatura es fría a primera hora de la mañana con lo que uno necesita abrigarse pero a medida que va transcurriendo el día, poco a poco el termómetro va marcando más grados y terminas en sólo un par de horas en manga corta lo que queda del día; hasta que llega la noche cerrada que sólo 15 minutos a las 7 de la tarde.

Cuando te inicias en la presentación de documentos y papeles ante la Administración Etíope, lo primero que percibes es que para todo les encantan las supporting letter, cartas en la que explicas la otra carta que ya tienes y todo tipo de documentos que respalden los otros documentos que ya tienes y eso si cuantos más papeles mejor.

La normativa etíope castiga con penas graves a los funcionarios por la pérdida de documentación y expedientes de tal forma que todos los documentos presentados deben ser correctamente clasificados, pero aquí llega el dilema: si tienen que ser correctamente clasificados por qué los papeles en el suelo? las estanterías vencidas y caídas?, montones de papeles en las mesas? Y… vaya no lo encuentro tendrá que presentarlo otra vez? Siempre me sorprenden cuando al cabo de unos minutos aparece mi expediente, porque habitualmente tienen todos los números excepto el tuyo, así que eso es lo que siempre me resulta tristemente familiar.

Claro que como en España y siendo la cuna del café las gestiones ante la administración no difieren a las de España. Donde esta Ató Daniel? Preguntas inocentemente, “ha salido a tomar café” no me lo puedo creer, si hasta hemos importado la moda a España!! La verdad es que es lo último que te puedes imaginar, y ala, toca desayuno y a esperar.

Aunque cuando más emoción percibes y ves que realmente el precio de la entrada ha merecido la pena es cuando comprueban en el ordenador en su “data base” y te dice el responsable: “no sales”. No sales, piensas, a lo mejor es que no le he entendido bien con el inglés que tienen y con el mío, claro, “puedes repetir?” Preguntas ingenuamente, eso, “que no sales”, “cómo qué no salgo?” “pues eso, que no sales en la data base” entonces ya si que te quedas alucinado, claro que el funcionario no te deja ver la pantalla, ¿habrá puesto bien el nombre?, pero si llevo un año!, entonces te armas de paciencia, respiras profundo y le preguntas educadamente si ha puesto el nombre completo, el te dice siempre que si, pero en estos casos hay que insistir nunca se sabe, le dices pausadamente que cambie y pruebe con otro nombre (es el mismo pero normalmente el otro no lo sabe, no se porqué?), lo vuelve a comprobar en el data base y chas! Apareces con el número 159. Dios mio que alivio! Está claro que unos cuantos de estos y rejuveneces de golpe unos años.

De todos es sabido que el lunes siempre ha sido un mal día para todo, para ir al médico, se han acumulado los pacientes del fin de semana, para hacer la compra, el domingo estaba cerrado y todos los sitios están llenos, para levantarse, la resaca del fin de semana todavía corre por las venas y está claro que para ir a la Administración. Definitivamente el lunes no vas a conseguir aquí nada, demostrado. Sólo hay que ver cómo están abiertas las ventanas para ver como entra el sol a media mañana calentando las habitaciones y aumentando la temperatura de la mismas y ver como tal cual los etíopes se acercan y ya sabes, los lunes nada, los lunes … al sol.

Ahora toca inaugurar otro apartadillo del blog. Hasta ahora no hemos contado como marcha nuestro mega proyecto y el desarrollo del mismo, así que aprovecharé estas líneas para aprovechar. Estamos ya a las puertas de cerrar nuestro primer año en Etiopía con un proyecto de grado medio y casi 500.000 euros entre manos. Nuestra experiencia ahora es un grado, hemos aprendido de todo, todo sobre papeles, gestiones, la mentalidad del país, negociación, medicinas, aduanas, coches, hemos hecho traslados de ambulancia, sacado pacientes de la cárcel y demás cosas raras que ni nos hubiéramos podido imaginar. Sinceramente ha sido y ésta siendo una experiencia increíble en un país que únicamente conocíamos de verano. Toda esta experiencia la hemos ido incorporando a nuestro proyecto y a los proyectos que estamos desarrollando de cara a un futuro.

Hemos podido comprobar la clase de gente que es el etíope, orgulloso siempre, pero la gran mayoría de ellos especialmente amigables. Hemos estado en sitios donde nos han invitado a café o té (en España impensable) estos la gran mayoría y en otros donde no nos han dejado casi ni entrar. Todo ello ha supuesto un especial esfuerzo para sacar todo este proyecto adelante. Así que ahora estoy en Addis cerrando los últimos papeles si dios quiere para tener todos correctos hasta el año que viene, la verdad es que sólo nos queda por resolver dos cosas para poder además ampliar nuestro proyecto.

Nos hemos puesto en contacto con UNICEF para crear un programa de nutrición en la Región de Afar nuestra zona de actuación aquí en Etiopía, hemos hablado con otras organizaciones para ampliar nuestras actividades, ahora estamos cerrando un proyecto de construcción de 5 pozos de agua y la verdad es que hay días duros y otros que no tanto, pero sinceramente cuando ves la cantidad de gente a la que se puede ayudar te compensa todo el esfuerzo y no únicamente el propio sino de la familia, de los amigos y la de la demás gente que te quiere.

Así que cuando llegas a una administración y te dicen que no, repites, hablas, discutes porque sabes que de una manera u otra al final no se sabe cómo, alguno lo sospechamos, todo se arregla. Así que nada, bienvenidos al mundo de los papeles!

Eso si, con todo nuestro trabajo la verdad es que agradecemos de corazón el cariño que recibimos de la ciudad de Asayta, donde desarrollamos el proyecto, en un lugar donde te encuentras a una comunidad que se preocupa de cada uno de sus miembros y que además te llaman por teléfono para preguntarte si estas bien? Que hacen muchos días que no saben de ti, en concreto 3. Sinceramente es para aprender.

Saludos cordiales desde Addis Ababa